Lydia Cotton es oriunda de Puerto Rico y gracias a ello goza de los beneficios de la ciudadanía americana. Nació en 1962 y desde 1989 reside en Carolina del Sur. Preocupada por el abuso y crímenes cometidos contra sus vecinos latinos de la ciudad de North Charleston comenzó a brindarles ayuda. En el proceso se ha convertido en una reconocida líder comunitaria.
Lydia Cotton: En el 2013, el día—en el 2002 perdón—el día de Thanks Giving, de Acción de Gracias, el día antes de Acción de Gracias yo estaba trabajando, yo era gerente de los supermercados Piggly Wiggly, por muchos años, un buen trabajo con buenos beneficios, buen sueldo, yo me sentí mal—eso fue el día antes de Acción de Gracias, y me tuve que ir del trabajo e ir al hospital.
Cuando llegué al hospital, me hicieron un CT scan, me encontraron un tumor, no sabía qué era pero encontraron un tumor en el cerebro, so me hospitalizaron y el día de acción de gracias fue que descubrí que tenía un tumor bastante grande en el centro del cráneo, en la base.
So, en enero ocho del 2003 decidieron operarme porque aparentemente no había ningún tipo de situación, no podían quimioterapia, habían que sacarlo, so una operación bien difícil, después de ahí tuve—me tomó tres años recuperarme porque ese tumor estaba regado en toda el área de mi Eustachian tube y tuvieron que remover toda esa área, yo estaba entre medio de todos los síntomas, las áreas de la vista, del habla, so tuve bastante tiempo, tuve un derrame cerebral también en ese tiempo en la operación.
Después de ahí estuve tanto tiempo en una cama, fue un depresión, pensando qué iba a hacer, porque yo soy una persona muy activa, que—pues en mis oraciones silenciosas yo le dije a Dios, “Mira, ¿Qué voy a hacer?”, I mean, yo traté de regresar al trabajo, yo pelee con Piggly Wiggly para regresar a mi trabajo, y me mandaron otra vez para el hospital, so no pude, me dijeron, “Tú estás deshabilitada porque tú no puedes estar de pie o activa más de cuatro, cinco horas".
Así que en esa área decidí—bueno, después de mis oraciones, comencé a mirar—algo me dijo en mi corazón, “Lydia, hay muchos hispanos”, especialmente cuando tú manejas el Ashley Phosphate ahí en la gasolinera que está aquí la BP hay muchos hispanos, como cien todos los días, no sé si esto lo viste anteriormente o—
Marina López: Sí.
LC: Y cuando vi eso, dije, “Eso no nos hace ver bien a nosotros, no nos hace” porque yo sé que toda esa gente son gente decente, trabajadora, pero tiene que haber una manera en que pudiera yo ayudarles a ponerlo con más orden.
Bueno, conocí a una muy buena amiga que se llama Miriam Walker, yo ayudaba a la comunidad de gratis en las cortes, llevándolos a diferentes sitios, y les trataba de ayudar yo mismo a navegar el sistema del gobierno, etcétera. So cuando conocí a Miriam Walker, ella me dijo, “Lydia, tenemos un problema aquí en Stall Road también”, lo mismo que yo había observado, y conocí a la concejal Rhonda Jerome.
De ahí nos unimos las tres, y comenzamos a ayudar al departamento de policía a comunicarse mejor con la comunidad.
Eso fue—cuando yo comencé a ver exactamente qué es lo que está pasando en la comunidad, entonces cogí más fuerza para hacer lo que estoy haciendo hoy.
Una de las cosas que yo me prometí es que no iba a cobrar nunca un centavo a una persona, y claro está, me preocupaba eso mucho porque es difícil, una persona deshabilitada, yo recibo solamente un cheque de seguro social y—pero hasta el día de hoy lo he logrado, y hasta el día de hoy no me ha faltado nada.
Entonces sí he podido ver cómo las vidas han cambiado a través del trabajo que hemos hecho, y digo líder comunitaria pero honestamente me siento como una servidora más que nada.
ML: ¿Cómo fue porque—a ver si te entiendo—estabas enferma, te recuperaste de a poquito, no pudiste volver a tu trabajo, a lo que estabas acostumbrada a hacer, una mujer activa desde la cuna, bien emprendedora, con muchas cosas, con mucha vida, con muchas ganas de hacer cosas, y ¿Cómo fue que se gestó esto con Miriam y con Rhonda y por qué la policía de North Charleston?, ¿Cómo se gestó eso?
LC: Bueno, en ese tiempo, estamos hablando de casi ocho, nueve años atrás, hubieron muchas personas que fueron hispanas, que fueron atacadas por la comunidad mayormente africana, hubieron personas que fueron muertas, las mataron por robarles, habían robos, había violencia doméstica, había abuso, había rape, y cuando—a través de Miriam me entero de eso y a través de la concejal, es el distrito de ella.
ML: ¿Qué hacía Miriam que—sabia de estas historias
LC: Miriam fue la primera victim advócate para la policía de North Charleston, la historia del norte de Charleston.
ML: Ok.
LC: El trabajo de ella era representar esa familia, pero había otras áreas que ella no podía hacer, y ahí es donde yo lo hacía.
ML: ¿Así que ella era la conexión con la policía de Charleston porque ella estaba trabajando para el Departamento de Policía de North Charleston?
LC: Correcto, correcto, y Rhonda Jerome era la concejal, entonces estas tres personas que nos unimos, fue algo muy vital para bajar el crimen porque mientras Rhonda se encargaba de su distrito, Miriam se encargaba de la parte de las víctimas, yo me encargaba de la parte de comunicación en cuanto a “No tengan miedo, esto es lo que tienen que hacer para recibir estos beneficios de parte de la policía, convencerlos a ellos”, Miriam por tener un título de la policía, naturalmente tenían miedo.
So yo era la que iba a los hogares y les explicaba a ellos cuales eran sus derechos, por qué no tienen que tener miedo, y al final bajamos el crimen 54%.
ML: ¿Cómo hiciste para que la gente te dejara entrar en su casa?—porque decís la comunicación, pero, a mí siempre me llama la atención que tu carta de presentación es solamente tu nombre.
LC: Sí.
ML: Y tu nombre y tu foto.
LC: Sí.
ML: Entonces digo, ¿Cómo has hecho durante todos estos años para ganarte la confianza de la gente?
LC: Bueno, primero es que yo—cómo te explico—me pongo a nivel de ellos, yo nunca hago sentir a una persona—primero les explico una cosa, “Mira, yo no tengo una profesión, yo estoy a un nivel de educación igual que usted prácticamente, quizás menos, quizás más”.
Les he dado la confianza—quizás es lo que yo proyecto, cuando hablo con alguien, les hablo en su nivel, no podemos—yo entendí desde un principio que no podemos ir a hablar a una persona que tiene miedo con un nivel más elevado, entonces yo—honestamente me dicen las personas, porque yo no lo veo, a mí me dicen que tengo esa facilidad para comunicarme con ellos y hacerles sentir bien, pero nunca practiqué o no sé, honestamente, exactamente porque no lo planeé , lo único que yo hacía era “Mire señora, sin pena, sin ningún tipo de miedo, yo tengo algo que decirle a usted”, y las personas me abrían los ojos bien grande , “¿Pero de donde salió esta?”, “No, yo tengo algo que decirle a usted, tiene que escuchar, yo estoy aquí para ayudarle, yo no quiero un centavo suyo, lo único que yo quiero es decirle que usted no tiene que tener miedo”, y explicarle de que hay maneras en que usted puede resolver su problema.
Y que cada problema tiene solución. Entonces, con eso, las personas entendían—lamentablemente, muchas de estas personas han sido abusadas, no es tan difícil acercarse a ellas, entonces, muchas de estas personas han sido abusadas por personas inescrupulosas que les han cobrado dinero por algo tan sencillo como hacer una llamada.